El sentido común no pudo lograrlo, pero parece que el tiempo loco que hemos tenido este año sí que se va a apuntar el tanto.
El largo y frío invierno ha afectado a la producción agrícola y ganadera de este país. Las nieves de marzo y abril tuvieron un impacto muy negativo en la cabaña de ovino, y retrasaron o impidieron directamente la siembra en muchos lugares del pais. Las campañas se han retrasado, y para muchos otros productos los frutos no han crecido lo suficiente o tienen en general mal aspecto.
Por lo tanto, parece inevitable que los retailers que quieran ofrecer productos locales este verano y otoño tendrán que ajustar sus demandas a la realidad.
Todos los retailers dicen haber incluido en sus surtidos productos de mal aspecto, con poca calidad estética pero buen gusto. Los consumidores también están más preparados ahora para aceptar estos productos, son algo más conscientes del desperdicio que se genera en la cadena, y que los productos saben bien aunque no tengan buen aspecto.
Waitrose y sobretodo Sainsbury's han hecho una buena jugada, y es que los productos más feos o sin calibrar van a su surtido primer precio, con lo que consiguen ofrecer productos de buena calidad a un precio razonable y también mantener una segmentación con atributos claros en su MDD.
Colaborando con la campaña oficial "Love Food Hate Waste" y dando consejos a los consumidores sobre como minimizar la merma en el hogar.