La leche es un arma arrojadiza en esta guerra de precios que vivimos en el Reino Unido. En marzo del 2014, cuando Asda y Morrisons empezaron a aplicar rebajas muy agresivas en los precios de los productos básicos, la leche fue uno de las referencias con descuento. Un año después, la cesta de la compra en UK es un 5% más barata.

Hace un año y pocos meses, los precios se situaban en torno a los £1,15 por la referencia de leche básica, cuatro pintas (2,2 litros). Los principales agentes redujeron precios a £1 hace un año, y ahora Asda e Iceland la tienen a £0.79.

Ante esta carrera hacia abajo, Sainsbury's decidió hace unas semanas hacer públicos sus costes de envasar la leche, y los precios que ellos y sus competidores pagaban por la leche. El objetivo, concienciar a los consumidores de la situación, y de que lo barato al final puede salir caro.

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